Odio las noches como la de ayer, de esas en las que mi cabeza decide declararle autonomìa al resto de mi cuerpo. No hay democracia. Ayer, que no veìa la hora de apoyar la vida sobre la almohada, hubo dictadura. Si por lo menos me hubiese quedado pensando (y maquinando) algo ùtil como la cura para el Sida, o como resolver el conflicto en la franja de Gaza, o como intentar hacer una màquina del tiempo que a la larga no funcione, hubiese valido la pena, pero se sabe que no fue asì y que caì en la misma de siempre.
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McFly - The Winner Takes It All