Jueves
jueves, 11 de marzo de 2010 7:11 p. m.
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La vuelta a casa, tan esperada todas las tardes a las 6. Y desde que me voy hasta Bolivar y viajo sentada y casi casi que es un viaje placentero. Odio el subte pero a medida que entro màs en la adultez y caigo en la cuenta de que probablemente viaje en subte todos los dìas por los pròximos 30 años, me termino acostumbrando.
Aunque siempre hay dìas como hoy, en los que la vuelta a casa puede ser un martirio, en los que la muela de juicio del fondo a la derecha tira un poquito màs para salir y hace que me duela todo ese hemisferio de la cara, a eso sumado el dolor de cabeza que me cacho en UADE (porque esta como en el aire la migraña), y tambièn podemos agregar a la ecuación el nudo en el estòmago que me quedò porque casi casi CASI pierdo el Ipod.
Y hasta ahì me la bancaba, total me dejaba morir en el asiento que elegì estratègicamente para que nada me perturbe (contra la ventana), sacaba mi libro y me surmerjia en la lectura. Sisi, todo genial hasta que al lado mìo, y en el asiento de enfrente, se sentaron dos flacas que viajaban juntas, que parecìa que no se habian visto hacia 50 años y tenian que charlar, bueno es comprensible, yo hago lo mismo a veces...'Saco el Ipod y pongo algo tranqui para tapar la voz de esta chica y me sumerjo nuevamente en la lectura', porque quien me conoce sabe que los ruidos que considero molestos me irritan al punto de que quiero violentarme contra alguien, y ademàs, con mucho ruido molesto no me puedo concentrar en la lectura.
Algo tranqui en el Ipod y nada eran lo mismo, no sòlo que no pensaba callarse sino que tenia uno de los tonos de voz màs irritantes que escuchè en mi vida, y eso que trato de no darle mucha bola a esas cosas...'Pongo Limp Bizkit a todo lo que da y fue', ya no queria leer, queria tapar su voz nada màs, y no exagero si digo que aùn sobre mi mùsica se escuchaba la voz de esa chica. Guardè el libro para no hacerselo tragar, porque es importado y nuevito, si era ediciòn argentina se lo introducia all the way down por la tràquea. Sacrifiquè mi dolor de cabeza y con la mùsica lo multipliquè por 20 por unas 4 estaciones de paz. Y la muy desgraciada se bajò conmigo en Medalla Milagrosa.
Si, soy histèrica, no me banco nada y pretendo un vagòn de subte para mì. Bueno no tanto, pero sòlo queria un poco de paz, ni siquiera paz pretendìa, sòlo un viaje normal como todas los dìas, sin que a mi me duela el resto del mundo. Pero soy yo y claramente hoy no es mi dìa...


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