Tengo un agotamiento psicológico que creo que ni para fin de año se me va a ir. Casi más me tendrían que haber internado a mi también, y eso que me hice la fuerte y la grande y me tuve que tragar unas cuantas lágrimas.
Por suerte llegó mamá antes de tiempo, sino me hubiese quebrado, seguramente.
Fin de semana atípico y feo como pocos.